«Querer y no poder» Un Coach para Alberto Fabra

Nueve meses después de que el Presidente de la Generalitat Valenciana Alberto Fabra (@AlbertoFabra) tuviera que tomar la decisión de prescindir de un entrenador personal retomo el tema desde la distancia.

Recuerdo perfectamente desde mi incapacidad física y mental después de mi tratamiento de quimioterapia las cuestiones suscitadas por que un líder político tomó la decisión de mejorar. No di crédito a tanta critica entonces y sigo sin entender dicha crítica casi un año después.

Llevo ocho años entrenando a políticos desde la confidencialidad y el silencio absoluto de mi trabajo. Conozco perfectamente qué perfil político va a requerir mi programa de entrenamiento personal y sobre todo entiendo en qué marco me muevo y como debo implementarlo. Y ante mi experiencia solo me surge una única crítica al hecho de contratar a un experto en liderazgo  ¿De quien fue la idea de crear un contrato desde la Generalitat? ¿A quien se le ocurrió el planteamiento de pagar con el dinero público? ¿Ninguno de los dos «actores» (Alberto Fabra y su Coach) fueron conscientes de la repercusión de dicha decisión dentro del marco político? Si es así, entiendo perfectamente la alarma suscitada en los medios de comunicación, a pesar de las filtraciones del topo del Palau y me pregunto si dichos actores saben el papel que están representando.

Con esta realidad subyace mi postura ante la conversación que mantuve con el Presidente de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F) Miguel Borra en el programa de El gran Debate el pasado mes de mayo. «No todos los asesores son a dedo y dentro de la administración publica existe gente eficiente para hacer muchas cosas pero no todas las necesidades son cubiertas con personal de la administración publica«. Y tanto un Presidente de una comunidad autónoma, como un Ministro, un Concejal o un Alcalde tienen necesidades a cubrir en su marco político y en su ejercicio de hacer política.

Por ello, al igual que en otros sectores empresariales se requiere la necesidad de profesionales externos que aporten a las organizaciones valor dentro de temas específicos, valoro que un presidente de una Comunidad Autónoma tome la decisión afrontar una mejora personal. Lástima que nuestra sociedad no esté madura sin que sea un signo de debilidad.La política nos guste o no está implementada por personas.

Personas elegidas democráticamente aunque no tenga nada de democrático la forma de elegir a dichas personas desde los partidos. Y esta es la primera contradicción de muchas de las cosas buenas y malas que vive un político dentro del marco del desempeño de la política.La política se alimenta de juramentos, propuestas, demandas, afirmaciones, sentencias, explicaciones y juicios. Y la figura de un experto independiente (Coach Político) dentro del escenario político donde el baile entre la confianza y el poder se convierte como dijo Von Bismarck «en el arte de lo posible» marca una diferencia considerable entre un político y otro.

Entrenarse desde el ámbito del coaching para profesar en política no es buscar una buena imagen, tener una excelente oratoria o marcar una estrategia política teniendo a alguien que siempre te diga lo que tienes o no debes de hacer. Es importante este matiz y saber diferenciar entre un asesor político y un coach político.

El coaching político trabaja diferentes ámbitos y está orientado a la mejora de la sociedad y las organizaciones que intervienen en ella. El coaching para políticos se centra en las personas que intervienen en esos escenarios.

El Coaching es un acompañamiento para mejorar el ejercicio de la política. Donde no solo está focalizado al desarrollo de competencias y habilidades (Liderazgo) sino que también interfiere en la resolución de conflictos a la que se enfrenta una persona pública en su que hacer diario.

Las conversaciones con un coach ayudan al político a ser menos generalista y a crear objetivos concretos. A tener más firmeza en sus pensamientos y en saber fijar la posición en la que como político desea estar. A diferencia de trabajar en la capacidad de generar buenos discursos, el coaching facilita el cuestionarse determinados aspectos del propio discurso. En política para generar confianza es imprescindible la coherencia. El saber identificar y conocer cual es el proyecto político en el que se quiere estar, así como el que se quiere trasladar al votante y a la sociedad, trabajando en la misma linea entre lo que se comunica y lo que se hace.

La política activa lleva una velocidad que desconecta al político de la realidad. Las conversaciones con un coach lo conectan de nuevo con la esencia del porqué se metió en política. La política se ejerce desde la palabra. Y desde la palabra surge una conversación con uno mismo guiada por un coach y entonces es ahí donde de nuevo se conecta con la esencia del para que entró en política.

Un líder político primero debe saber gestionarse a si mismo. Luego gestionar a su equipo para posteriormente también gestionar su entorno. Y para ello necesita aprender.

Ya lo decía Socrates: «en primer lugar tienes que ejercitar la virtud, y también quienquiera que esté dispuesto a gobernar y cuidar no sólo de sus asuntos en particular y de sí mismo, sino también de la ciudad y de sus intereses, no deberá enseñar sino que principalmente solo deberá aprender»

Y aprender conlleva arriesgar como en su momento hizo Alberto Fabra buscando un entrenador personal aunque no exista una madurez social ni un entendimiento sobre el coaching en la política. No todos sabemos hacer de todo, ni todos buscan ni tienen la inquietud para seguir creciendo.

Dedicarse a la política es una de las ocupaciones más ingratas cuando no se vive de ella sino para ella. Por ello es necesario rodearse de lo mejor. Tener buenos compañeros de viaje. Y saber que el destino no es otro que hacer que las cosas sean posibles.

Y ¿Quien decide lo que es posible?

Lástima mi Presidente Alberto Fabra que querer a veces no vaya acompañado con poder, pues simplemente se olvidó de la tercera pieza, saber.

Porque alinear querer, poder, saber se hace imprescindible para cualquier decisión. Si uno no sabe aprende, si no puede, busca la forma. Porque si no quiere, no habrá nada que hacer. Y usted quiso pero no pudo y no supo.

Si hubiera sabido afrontar este reto no hubiera estado a la merced de los leones. Y saber elegir bien al domador es clave para seguir estando en el circo de la política. Y no lo tome como peyorativo, el circo al fin y al cabo es un lugar de sueños e ilusiones donde todo es posible, como en política.

by @bego_zalbes

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One thought on “«Querer y no poder» Un Coach para Alberto Fabra

  1. Excelente artículo Begoña. Me ha encantado! como se nota la pasión con lo que lo vives, la profesionalidad y la coherencia en cada una de tus palabras. A veces la sociedad (los votantes) deberíamos disponer de propios coach políticos que nos hicieran conectar con ese otro lado del político, porque lo que está claro es que ellos no saben.

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