Ser o no ser. Ésa es la cuestión de Pedro Sánchez

“No es lo mismo ser y contarlo,‬
‪que contarlo para poder ser”‬
‪La política requiere autenticidad‬
‪La comunicación política requiere credibilidad.

Pedro Sánchez ha quedado devastado por las fotos propagandistas, al igual que Hamlet por la muerte de su padre el rey de Dinamarca.

El presidente se sitúa en el contexto existencial de seguir apostando por una comunicación política de su perfil publico, llevado al mismo plano que Hamlet hizo sobre la vida y la muerte.

«Ser o no ser, ésa es la cuestión» se preguntaba Hamlet ante si era más noble aceptar los caminos del destino y de la fortuna o dar fin a la vida y así también a los sufrimientos que conlleva. Pedro Sánchez se cuestiona si es acertado o no, seguir con una comunicación que no está alineada con su persona, aunque a otros líderes políticos, sí les haya funcionado.

La cuestión no es la estrategia comunicativa, sino la implementación de la propia estrategia. Todo consultor político que se arriesgue a lanzar a su cliente fuera de su área de confort, debe conocer la esencia de su propia persona.

Qué le mueve, cuáles son los valores y dónde se asientan sus decisiones. Qué cualidades alimentan su liderazgo y cuáles le restan. Qué le da miedo y qué es lo que le paraliza. A qué no quiere enfrentarse y porqué se movería ante lo imposible. Cuáles son sus habilidades y competencias personales y políticas, y que por supuesto, no todas confluyen.

La esencia personal de un político es la base del éxito de cualquier estrategia política, incluida la de comunicación, y quien olvida esto, erra en la ejecución.

La exposición del presidente ha quedado de manifiesto ante la avalancha de críticas por no entender el cómo y no comprender el para qué.

Trudeau, Macron, Obama e incluso Trump han entendido y comprendido que una imagen vale más que mil palabras, y cada uno de ellos, han hecho suya la comunicación de su perfil público, aunque detrás exista una mano de mece la cuna.

Cada uno de ellos, han apostado por la autenticidad. ¿qué hubiera pasado si Pedro Sánchez hubiera colocado una canasta en Moncloa y jugara con su entrenador personal o su equipo de confianza?

¿Cómo hubiéramos aceptado la foto con su perrita Turca, si ésta hubiera salido a escena en el momento oportuno?

¿Qué pasaría si en vez de poner el foco en las gafas de sol dentro de un avión, se hubiera destacado por la personalidad de algo específico del presidente? Por ejemplo, ¿trabajar con herramientas de análisis innovadoras reflejadas en el documento fotografiado? O en un estilo de corbatas, o enfatizar precisamente su porte que llega a una amplia parte de su electorado.

En resumen, no son las fotos, sino en cómo se han implementado. Es necesario diferenciar que una estrategia de comunicación política que funciona, puede no hacerlo si se ejecuta de forma fallida.

Y al igual que Hamlet concluye en su soliloquio de «ser o no ser» que el pensar sobre esa conciencia de la vida después de la muerte nos deja en la inacción, lo importante para Pedro Sánchez es que debe dejar de pensar para actuar, cómo Hamlet debía de dejar de vengar la muerte de su padre para que su ninfa le perdonara todos sus pecados.

Si tuviera al presidente delante no dudaría en decirle:

-Pedro no deje de buscar su esencia, la autenticidad convence. No desista de una nueva estrategia por haber sido mal ejecutada.

Pdta. Recuerdo perfectamente el día que fue nombrado líder del PSOE, entonces escribí un post titulado ¿Liderazgo? en dónde expuse una de sus mejores cualidades,“No ha puesto a las personas en su lugar, se ha puesto él en el lugar de las personas” espero que no lo olvide.

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