No te quedes en el limbo de tu carrera política

No tienes tiempo

A menos de un año de las elecciones municipales y autonómicas, una gran mayoría de los candidatos están en el limbo. Precisamente en el límite de «ser o no ser candidatos/as». Justo al «borde del infierno» en ese lugar o estado en el que residen las almas de las personas que mueren en pecado original sin haber sido condenadas al Infierno.

Y los pocos que han tocado el cielo, han sucumbido a la nebulosa para no moverse hasta pasado el estado estival, el mismo que marcará el punto de partida, de todos a una, para llegar invictos al 26 de mayo de 2019.

Si eres candidato o candidata, cabe preguntarse ¿Tendrás tiempo para llegar invicto/a? ¿Has cubierto cada una de tus carencias para afrontar esa carrera desde el infierno hasta la gloria? ¿Eres consciente que no es lo que eres, sino lo que crean y piensen que eres? ¿Estás preparado/a para ganar?

Si detrás de cada una de las respuestas surge una justificación, párate y reflexiona, porque entonces cabe preguntarse si las excusas no son un reflejo natural al miedo que producen. Y no es precisamente al hecho de afrontar una situación concreta o una necesidad de asumir con responsabilidad la carrera política, sino a sentir esa emoción que paraliza todo, antes de iniciar nada y que aún pudiendo hacer, te has convertido en el mayor freno de tu verdadero potencial.

El miedo va unido a muchas creencias que te limitan, adquiridas con el paso del tiempo, que van reflejándose en distintas áreas de tu persona y a su vez se extrapolan a la sociedad. No hay nada mejor que poner atención en las cosas que ocurren en las organizaciones internas de los propios partidos políticos. Esos partidos que llevan treinta años haciendo las cosas de una manera, partidos en los que se consigue que generación tras generación, se copie y que no se piense, que lo que se hace hoy como ayer, puede no ser efectivo, porque hoy ya no es ayer y dónde los pequeños detalles, hoy sí importan.

En política, vivir en el circulo vicioso del miedo, es hacer que las cosas no sucedan y eso, es precisamente lo contrario al sentido más purista de la definición del arte de hacer política.

Se tiene miedo al error, miedo a no ser reconocido por el trabajo realizado, miedo a perder un puesto de influencia, miedo a no saber asumir riesgos, miedo a hacer el ridículo, miedo a tomar decisiones, miedo al éxito, miedo a no ser reconocido socialmente, miedo en definitiva a no saber como enfrentarse a cada una de estas cosas porque detrás de ellas, siempre hay algo que es desconocido y eso es precisamente lo que nos frena.

Cuando uno tiene la oportunidad de hacer y no hace porque no va alineado, con uno mismo, se enfrenta a muchas consecuencias que la sociedad y el votante no está dispuesto a perdonar.

Si quieres ganar, prepárate, por dentro y por fuera. Si quieres llegar a la gloria, potencia tus cualidades y minimiza tus debilidades, y hazlo de manera eficiente. Si quieres que te reconozcan por quién eres, tendrás que tener conciencia de quién eres y no a quién representas.

Cualquier candidato/a que haya comenzado su candidatura no puede pararse frente al miedo, pues el miedo es un “fantasma” que se derrumba como un castillo de arena cuando lo miras a lo ojos y descubres que la acción es el antídoto perfecto.

¿Estás preparado?

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