Las apariencias engañan….II

He disfrutado mucho con esta obra, especialmente en el descanso.
Groucho Marx

No se si alguna vez te ha ocurrido que un día piensas una cosa y haces otra bien distinta. Unas veces actúas así por no hacer daño a los demás, otras por pura conveniencia o por comodidad.

En ocasiones cambiamos nuestra manera de ser en función de lo que los demás esperan de nosotros. Sin embargo las cosas no suceden así por casualidad. Como van trascurriendo los años, vivimos experiencias en donde se nos hace más sensato y conveniente “moldear” nuestro comportamiento, adecuarlo a las circunstancias, ocultando nuestros verdaderos sentimientos.

Lo verdaderamente peligroso de este “cuento” de las apariencias, las mentiras y los secretos, es que muchos naufragan en él. Y entonces nos subyace un vacío que nos lleva a preguntarnos ¿Quién soy yo? ¿Qué vida llevo? ¿Esto es lo que quiero en realidad? Y es cuando llegamos a un desencuentro con nosotros mismos.

Cuando llevamos estas representaciones actuadas, asumidas con toda naturalidad por nuestro entorno, y se convierten en perjudiciales, si no mantenemos la cabeza fría y no sabemos distinguir lo que pensamos de lo que hacemos y lo que, en definitiva, somos en realidad.

Conocer a fondo el juego de las apariencias puede resultar entretenido y muy instructivo, además de que aprenderemos mucho sobre el género humano, y sobre nosotros mismos.
Sin embargo, no olvides que es juego sin reglas y que es también, juego peligroso.
He disfrutado mucho con este post, especialmente cuando lo he escrito jjajajjaja
Begoña.

Cuídate….

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4 thoughts on “Las apariencias engañan….II

  1. Ja, ja, ja… buen comienzo de post.
    ¿quién dijo que el verdaderamente inteligente no es el que más sabe sino el que mejor se adapta a las circunstancias? …buscaré en mis libretas.
    ¿Es eso jugar un «papel» o «triunfar» en la vida? no sé, según está montada la sociedad es muy difícil no interpretar…

  2. @ Pilar Adaptarse…como bien indicas es inteligente, pues te ayuda ha aprovechar lo mejor de cada circunstancia.

    Otra cosa es vivir una irrealidad continua, o crearse un papel del que sacas mucho provecho aún haciendo daño a los demás.

    Eso en ocasiones se llama engaño, y al final el que más sufre, no deja de ser uno mismo, al ser consciente de su propia realidad.

    Aunque le daré «vueltas» a lo de jugar o triunfar….se merecerá otro post…

    Gracias Pilar…

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