El Coaching es un entrenamiento personalizado y confidencial llevado a cabo por un asesor especializado (coach). El principal objetivo en un proceso de coaching es avanzar y conseguir aquello a lo que uno aspira. Es una relación profesional con otra persona que aceptará sólo lo mejor de ti, te aconsejará, te guiará y estimulará para que vayas más allá de las limitaciones que te impones tú mismo y desarrolles al 100% tu potencial.

Un entrenador personal que despierta en ti la motivación para evolucionar y ser lo mejor posible y al mismo tiempo te señala las situaciones y aspectos que no puedes ver y te da ideas para mejorar tu forma de desenvolverte.

Un entrenador personal que te desafía a ir más allá del lugar donde normalmente te quedas y te ayuda a aprovechar al máximo tus habilidades y competencias, y te capacita para compartirla con tu entorno, con tu propio mundo.

Un entrenador personal que no adula, no calla, no asiente a todo lo que dices, haces y quieres escuchar. Un entrenador personal te pone delante de la realidad para que tú elijas y decidas que quieres hacer con ella.

Si todo esto lo implementas en el trepidante mundo de la política donde como político vives bajo una inmensa presión para hacer y decir cosas que habitualmente no puedes, la figura del coach se convierte en la base imprescindible para que puedas ejercer con mejores recursos tu liderazgo político.

Muchas veces se está tan ocupado en ir detrás de los objetivos generalistas del partido que es difícil mantener en firme los objetivos y fines por los cuales te iniciaste en la política, y ambos no son contrapuestos, aunque siendo honestos, en la vida real las diferencias pueden ser abismales.

El gran reto de un Coach Político es combinar el trabajo de los asesores estratégicos, de campaña, de comunicación y conectar todo ello, con lo que el candidato piensa y en definitiva llega al ciudadano. Todo un reto, verdaderamente gratificante.

Recuerda «No soy tu asesor político, soy tu coach político«