El poder, su erótica y sus abusos…

Os adjunto un resumen del reportaje de Juan Fernandez y Nuria Navarro publicado este pasado domingo por El Periódico de Cataluña, donde tuve una participación en el mismo.


Dominique Strauss-Kahn es el último líder caído del pedestal a cuento de una escena de sometimiento sexual vinculada con una situación de abuso de poder. En su caso, la sensación de impunidad le hizo creerse con derecho a dominar a una mujer. El poder siempre mantuvo una relación malsana con el sexo. Varios expertos analizan el fenómeno…

Rendido a la evidencia de haber sido cazado en un renuncio, hundido y a la espera de ganarse el perdón de los norteamericanos, Bill Clinton justificó con esta frase la sesión de sexo oral que había recibido de la becaria Monica Lewinsky en su despacho: «Lo hice porque podía hacerlo». Sonó a obviedad, pero la confesión contenía la clave del lance que estuvo a punto de fulminar en una tarde al hombre más poderoso del planeta: «Podía hacerlo».
El poder, o más bien su abuso, es el pilar sobre el que descansa la mayoría de los casos de personajes públicos –mandatarios, actores famosos, deportistas de relumbre, pero casi siempre hombres– que de vez en cuando asaltan el noticiario protagonizando sonrojantes escenas en las que se mercadea con sexo bajo el influjo de sus rutilantes nombres. Jamás son relaciones de igual a igual, puesto que en esa negociación el poderoso siempre goza de una situación de prominencia, demostrando confundir la relevancia de su figura pública con el endiosamiento, la capacidad para seducir con la facultad para dominar y la erótica del poder con el derecho a tocar.
El ya exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn (DSK), ha sido el último en añadir su nombre a la lista de ídolos caídos del pedestal a causa de un encuentro sexual alimentado por el abuso de poder. Superado el impacto de verle esposado como un traficante de droga callejero, y a la espera de su desenlace judicial, el planeta entero se rasca la cabeza tratando de comprender los motivos que han llevado a uno de los políticos más destacados de Europa –que estaba llamado, según los sondeos, a ser el próximo presidente de Francia– a acabar con su vida pública y personal por satisfacer un calentón a costa de la voluntad de la camarera de un hotel.
La clave de la dominación
Buscando explicación, estos días se blanden argumentos sexuales, salen a la luz sus anteriores muestras de desprecio hacia las mujeres y se trazan perfiles psicológicos de urgencia del personaje. Pero en todas las lecturas que se ofrecen subyace el convencimiento de que la relación de dominación del político sobre la camarera –como en su día ocurrió con Clinton y Lewinsky, y antes en otros casos similares– fue la clave del desenlace.
¿Está condenado el poder a ser un terreno abonado al abuso? «El poderoso suele sentirse omnipotente y se cree impune. Esto puede conducirle a comportamientos tiránicos. Shakespeare dijo: ´Es bello tener la fuerza de un gigante, pero es terrible usarla como un gigante´. El poder tiende al exceso», responde el filósofo José Antonio Marina.
Interesado por las fuerzas interiores que mueven al hombre, el autor de La pasión del poder y Las arquitecturas del deseo ha investigado los lazos que atan a las personas cuando se relacionan desde distintos niveles de relevancia y sostiene que los escenarios de sometimiento suelen responder a un mismo patrón: «El miedo es el modo más sencillo de dominar. Poder es la capacidad para hacer real un proyecto. Pero cuando lo definitivo de ese proyecto es la satisfacción de los deseos del poderoso, la dominación y la sumisión son el poder en estado puro», explica.
¿Se dirigió así Strauss-Kahn a la camarera del hotel que lo denunció por intento de violación? La justicia tendrá que dirimir si en aquel encuentro hubo un comportamiento penal, pero el desequilibrio entre ambos en términos de poder no lo pone en duda ni la propia defensa del político, que admite que hubo sexo entre ambos, pero consentido. ¿Incluso en ese caso, se habría atrevido DSK a proponer la relación de no ser él la poderosa figura que era?
Condenado a un final así
En opinión de Jean Claude Frappant, psicoterapeuta y presidente de la asociación Prevención Violencia de Género, la ecuación mental que siguió el mandatario en aquella suite es la misma que siguen los que pegan a sus esposas y se suicidan para no dar la cara. «Es un puro ejercicio de dominación. El que abusa de una mujer lo hace para no reconocer que, en el fondo, depende de ella. El poderoso, al sentirse protegido, cree que no tiene que rendir cuentas de esta dependencia», explica.
A Frappant no le sorprendió la noticia de la agresión. Lleva años siguiendo el rastro del político socialista, protagonista de numerosos desencuentros con las mujeres, y cree que estaba condenado a tener un final así. «Si no pasaba ahora, podría haber pasado en unos meses. Strauss-Kahn tiene un problema, pero atesora mucho poder, y hasta ahora ha conseguido librarse, lo que le ha hecho creer que era impune», razona.
Frappant plantea una pregunta que, en su opinión, es la prueba del algodón de este caso: «¿Cómo alguien que se aloja en una suite de 3.000 dólares no llama a un servicio de prostitución de lujo para calmar su libido?». La respuesta del terapeuta da la medida del perfil psicológico de DSK: «Porque no es sexo lo que él necesitaba, sino satisfacer su impulso de dominación. El que paga a una prostituta establece una relación equilibrada, da algo a cambio de algo. Lo que él -busca es sentir y demostrar su poder», señala. Entre los poderosos no es extraño usar servicios profesionales. Paula Vip, prostituta de lujo de Barcelona con clientes en el poder económico y empresarial, dice que lo habitual es que el poderoso le transfiera el poder. «Quieren que les ayudes a desconectar de un entorno que les provoca estrés, nunca imponen su criterio. Por eso muchos piden servicios de sumisión».
La Historia da sobrados ejemplos de la estrecha relación que siempre hubo entre el sexo y el poder. Se calcula que una sexta parte de los actuales asiáticos son descendientes de Gengis Khan. Muy por detrás, también batieron notables marcas Mao Zedong, el mariscal Josip Broz Tito, Benito Mussolini, Fidel Castro, Juan Domingo Perón o Rafael Leónidas Trujillo.
Del engorde de la vanidad al delito, esa doble cara del triunfo ha tenido siempre distintos niveles de intensidad. «La política es en sí una ocupación adictiva», según el psiquiatra José María Vázquez Roel, que ha tenido en sus manos a más de un político rehabilitándose de su adicción al sexo. Según el doctor, «las adicciones son como las infecciones, las puede coger todo el mundo. Pero si estás en un medio propicio, el riesgo aumenta. Y el político necesita admiración constantemente».
Como ocurre con el alcohol y la cocaína, aquí también la tolerancia aumenta a medida que sube el consumo, hasta llegar a la gravedad de DSK. «Amparado en su poder, su carrera adictiva se ha prolongado en el tiempo», cree el doctor.
Lo que suele ser norma, y no excepción, es la pérdida de percepción de la realidad que va adherida al cargo. «El poder te ciega«, dice Begoña Gozalbes, coach especializada en políticos. Ha trabajado con concejales, alcaldes y diputados autonómicos y cree que esa ceguera tiene más que ver con el sillón de mando que con el tamaño de la autoridad. «Es independiente del poder que se ostenta y no es premeditado, simplemente es un mecanismo de defensa. Inconsciente en algunos casos, y en otros la alimentación del propio ego», explica.
En su opinión, el mayor peligro para el político que toca poder es el coro de alabanzas que le rodea. «El entorno no ayuda al líder a salir de su aislamiento. Una vez allí, se vive un mundo distorsionado, porque ni se ve, ni se escucha«. Contra ese vicio, la labor del coach consiste en tratar «que el político vea su reflejo». Al parecer, nadie se atrevió a poner un espejo delante de DSK.

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6 thoughts on “El poder, su erótica y sus abusos…

  1. Enhorabuena por esta participación. Ando fuera en un sitio en dónde aparentemente no pasa nada, pero todos sabemos como funciona:Sicilia
    Nos han puesto al dia un poco sobre lo aparente. Me he conectado y pasado a saludarte y me he encontrado con un post como siempre magnífico.
    Besos Begoña y hasta mi vuelta

  2. @Katy…gracias por pasarte aún estando de viaje…por mares y tierras mediterráneas…:))

    Lo aparente….nada que ver con lo evidente…ni con lo que realmente es….:))

    Un besazo bien grande ….y nos vemos en casa¡¡¡¡

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